28.11.11

NOTAS DEL REALISTA: Crónicas del primer break-down

Me dispongo a dejar pasar el estress con una guitarra en las manos.

La flauta traversa, mi hermana, mi novia, es una sensual compañera de cuanto viaje nacional, internacional o farmacológico haya realizado en mi vida. Pero para los momentos de profunda catarsis, en los que me siento contra la vereda, con un cigarro en mano y la cabeza llena de pensamientos que quiero enviar a mi Papelera de Reciclaje, la guitarra parece acompañarme mejor. Suena inercialmente, sin mayor esfuerzo. Estando sentado. Fumando. Moviendo los dedos. Inercialmente.

Abro mi libro de cifras y empiezo. Las ideas me aturden. Seguramente la guitarra me va a ayudar. Primeros rasgueos, primeros arpegios. Pero todo es muy intenso. Cierro los ojos. Veo puntitos. Haces. Luces. Me late la cabeza y la apoyo contra el poste mientras la guitarra suena desordenadamente al fondo de mi alma. No lo presto atención. Hipotension ortostática. Abro los ojos y todo se mueve, siento que me ahogo. ¿Que me pasa? Realmente me mareo, realmente estoy somatizando mi tensión. El tiempo se detiene. La tierra gira. Hay cosas tan terribles. Hay noticias tan devastadoras. Hay ejemplos tan gráficos. 

Me siento mal y ahora la guitarra es mi bastón, ayudándome a ponerme de pie. ¡Mierda! Realmente me siento mal. Las cuerdas vuelven a sonar con disonanciay la caja retumba al apoyarla contra el suelo. Camino tambaleante, maerado, asqueado, harto, victima de mi mismo. Repto hacia mi cama. Guitarra al piso. Zapatos voladores. Caigo y cierro los ojos. Todo es un torbellino sin fin que me consume. Quiero quedarme dormido y olvidar. Plan: viaje farmacológico. A la espera del efecto, pinto un par de casas en el campo. Mi muñeca pintora se sostiene con soga anudada. Un nudo especial. Una soga de historias y de recuerdos. Una hermana de esas que se eligen.

Y mientras yo soy llevado hacia el piso por la lluvia cerebral que innunda mi ser ; afuera, el libro de cifras de abre y se cierra, producto del viento de primavera. Él bajo las estrellas, y yo bajo la tierra.

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Moto

Ideas sueltas. Un poco de esto y de todo aquello; lo que ves en las combis, las discoteca y las calles y no parecen tener importancia hasta que decides pensar en ellas. Es alli donde todo toma color.