Alfarero de las Horas #1
Cuadernos de Anastomosis
Manuscrito original: 6 de febrero del 2010,
Edición de Cumpleaños: 13 de febrero del 2010,
Edición de Despedida: 24 de marzo 2011.
[Original: escrita en un cuadernillo hecho con las hojas de una historia clínica]
Autores: Andreas Leidinger / Hanz Contreras
Una conversación conmigo mismo. Con todo aquello que habita detrás del mandil y la flauta. Con todo aquello que os exigen callar, para hacernos “más fuertes”. Detrás de esa armadura oxidada que ha atrapado al noble caballero, volviéndolo un hombre de lata y púas.
Prometí que vendría y aquí estoy.
Sentado.
Intentando reencontrarme con aquellos pensamientos.
O, vale decir, con su ausencia.
Aquí estoy en el piso nueve y pareciera que es el piso
diez.
Es la tarde para las palomas…
…y mi día recién comienza.
Un día de oscuridad y locura.
Una noche de luz en los ojos y de besos metálicos en el pecho.
Yo sé que la luz que busco no está allí.
Está aquí, en el oscuro piso diez.
Debe ser el viento que desde el mar golpea mi espalda.
O el humo del cigarrillo silencioso el que me induce a la catarsis. No lo sé bien.
Quizás es quizás.
Acaso es tal vez.
Pero aquí donde la iluminación es pobre, donde la luz es
cegadora, me siento a escribir.
Escribo.
J’écris, j’écris. [Aquí muere mi vida. La ciudad es un bullicio que nos aleja del mar]. Schreiben ist nur für uns.
- Debería escribir con más frecuencia. -pienso
Uno debe escribir sobre todo cuando
no se puede escribir.
Y en fin, escribo. Escribo al reverso de la historia. Lejos de
estar pobre de papel, encontré el sitio perfecto para hacerlo. Al negativo de lo cotidiano, lo habitual…
Y si bien acá sopla el mismo viento y vuela la misma
paloma y veo la misma isla, mi cabeza huye de la
monotonía.
Afuera es un lugar de adentro.
“Buenos días, señor doctor.”
Estoy en el piso nueve.
Nueve
Pisos
de
papel
y
tinta.
Nueve pisos de letras sin sentido. Y la tinta cae y se chorrea, como la sangre de aquellos
por los que
todos los días escribo.
La tinta se desangra.
Hoy escribo por mí.
En esta noche de luz.
Días de tinta vacía, en la rutina del papel y el suicidio del
poeta.
De tinta roja y de sangre negra.
Acá me sorprendo.
De lo cerca del cielo. Lo lejos del piso.
La fascinación fue la llave para la ciencia.
La ciencia es el candado de la fascinación.
¿ES todo aún
FASCINANTE?
Una sirena me llama seductora. Me atrae hacia la luz oscura. A donde la sabiduría “es”. A donde todos se lamentan, a donde todos lloran.
¿Quién dijo que todo está perdido? Y si lloro con ellos es por librarme de este uniforme asfixiante
un pálido juez de algodón, que me tilda,
que me endurece y anquilosa
que me acusa y culpa.
No escucha nada ahora, sólo el silencio.
El silencio…
. . . s u s u r r a n t e . . .
¿Quién viviera sobre 9 infiernos que resumen los tormentos del hombre?
Hoy veo el cielo, veo el piso y el vuelo suspendido de las
últimas aves
y descubro
aquellos que mi alma latiente
(y claro, las palomas)
habían descubierto hacia tiempo:
vivo por aquellos minutos, cómo estos, en que vivir vale una vida.
___________
Yo naci para robar rosas de la avenida de la muerte.
Dejar testimonio es la clave: ésta es la única
inmortalidad posible.
Contemplar es un verbo que se conjuga en presente.
-”Pero doctor, está con fiebre. ¿No
le va a poner algo para la fiebre?” –
Y cómo decirle a esa señora que la belleza si no es convulsiva no es. - “Ya, señora, lo estamos observando.”
-”¿Interno que entra a la guardia?”
Andreas Leidinger
-”¿Interno que sale de la guardia?”
Hanz Contreras
..Cholito,
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